La emblemática Escuela Villa Lo Burgos celebra la licenciatura de sus estudiantes en una emotiva ceremonia
El pasado 20 de diciembre, la comunidad de la emblemática Escuela Villa Lo Burgos de Purranque vivió una jornada inolvidable, marcada por emociones profundas y significado: la ceremonia de graduación de los estudiantes de Kínder y 8° Básico. Este evento, cargado de simbolismo, representó no solo el cierre de etapas fundamentales, sino también la promesa de nuevos desafíos y horizontes para los alumnos.
Una emotiva despedida para los estudiantes de 8° Básico
Para quienes finalizan 8° Básico, este acto fue mucho más que una ceremonia; fue una despedida de los espacios que durante años se convirtieron en testigos de su crecimiento. En estas aulas, los estudiantes no solo aprendieron lecciones académicas, sino también valores, construyeron amistades y forjaron sueños que los acompañarán siempre. Ahora, emprenden el camino hacia nuevas instituciones, donde enfrentarán retos con la esperanza de construir un futuro lleno de propósito y sentido.
La directora, Sra. Gabriela Jara Herrera, expresó con emoción: “Uno de los mayores desafíos de su vida será saber escoger bien qué es lo que desean para ella… Los rumbos que elijan esperamos sean coherentes con su sentir, pensar y actuar”. Por su parte, el profesor del curso, Sr. José González, dedicó unas palabras llenas de significado a sus alumnos, recordando los momentos compartidos y los valores inculcados. Su mensaje final, “Id a cambiar el mundo”, resonó como un llamado a la acción, un recordatorio de que llevan consigo el espíritu de la escuela y el compromiso de hacer el bien.
El cierre de Kínder: pequeños listos para grandes pasos
Para los niños de Kínder, esta ceremonia marcó un dulce adiós a la educación parvularia y una bienvenida al emocionante camino de la educación básica. La profesora Carolina Kauak evocó con cariño los primeros días de estos pequeños, cuando llegaban tímidos y curiosos de la mano de sus padres. Ahora, como ella misma señaló con orgullo, “no son los mismos; han adquirido saberes, destrezas y valores que los guían diariamente hacia decisiones acertadas”.
El momento culminante fue la entrega de sus licencias, un gesto que celebró no solo los avances académicos de estos pequeños, sino también su crecimiento personal y emocional, elementos clave para afrontar los desafíos que les esperan.
Gratitud y esperanza como protagonistas
La ceremonia estuvo llena de gestos de agradecimiento, especialmente hacia las familias que confiaron en la escuela como el lugar para formar a sus hijos. La directora destacó el papel esencial de los padres y apoderados, así como el compromiso de la institución con la formación integral de cada estudiante. “La vida es hoy… y es todo lo que tenemos”, dijo en su discurso, invitando a los alumnos a afrontar el futuro con optimismo, responsabilidad y confianza.
Un cierre lleno de emociones
El acto concluyó entre aplausos, abrazos y lágrimas que resumían la intensidad del momento. Tanto los estudiantes que se despiden de 8° Básico como los que inician 1° Básico se llevaron más que un certificado: se marcharon con un cúmulo de recuerdos, aprendizajes y emociones que serán parte esencial de sus vidas.
La Escuela Villa Lo Burgos, fiel a su misión, no solo despidió a una generación, sino que reafirmó su compromiso de seguir formando ciudadanos íntegros, comprometidos y llenos de esperanza, listos para enfrentar con valentía los retos del mañana.