Autor Rubén Silva
Ayer, hablando por Messenger de libros y escritura con mi nueva amiga Javiera, recordé cuando comencé a escribir, por allá en tercero medio, puesto que lo hacía como lo hace ella en la actualidad, porque también escribe. Traza en hojas, pensamientos, ideas, rescate de momentos e instantes. Sin embargo, cuando le pregunté si escribía algo así como un diario de vida me dijo: no, sólo escribo. A lo que respondí que me parecía una respuesta acertada y aclarativa, puesto que lo importante es escribir nada más y en el fondo da lo mismo si es novela, cuento, poesía o diario de vida. Por lo que la cuestión formal debiera ser siempre algo secundario, cuando se compara con la creación misma, acaso la inspiración. Por lo que esta respuesta de: no escribo un diario de vida porque sólo escribo, me pareció reveladora, puesto que me recordó del tiempo en que empecé con esto de la escritura, cuando aún no era una apuesta a vida o muerte. Puesto que todavía no encontraba una razón preclara para hacerlo y nada más lo hacía porque sí, respuesta que en todo caso me parece esencial y crucial en cuestiones artísticas, porque un porque sí es como una respuesta en su esencia máxima, en toda su expresión (acaso esplendor), ya que en un porque sí no media un deseo o afán de lograr algo o demostrar, u obtener un beneficio, al hacer determinada actividad. El porque sí me parece que en cuestiones artísticas es la contestación por antonomasia. Quizá sea la respuesta a la que todos los artistas y escritores debiéramos aspirar, para con nuestro trabajo. si la finalidad es ocuparse del arte de forma desinteresada, es decir sin buscar un interés que no sea el arte mismo, sin requerir alguna ganancia o recompensa, por hacerlo. Como conclusión de la conversación con mi nueva amiga, puedo decir que sentí la necesidad de (en medio de mi experiencia de varios años escribiendo junto a la búsqueda de nuevos y mejores manejos técnicos), volver a reencontrarme con este genuino porque sí, ya que considero que es una evidencia de sinceridad. Además, que retornar al origen por lo general me resulta fácil.
A su vez me parece motivante poder llegar a este tipo de conclusiones a través de una conversación de Messenger con alguien como Javiera, Conversación por Messenger que en algunos casos implica una distancia de cientos o miles de quilómetros. Dato que nada más puede ayudar a confirmar que las conexiones estéticas y artísticas pueden ocurrir el día y lugar menos pensado. Por lo que jamás están mediadas por la cercanía o lejanía física y material.
Por Rubén Silva
